El 12 de octubre de 1972, el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya despegó desde Montevideo con destino a Santiago de Chile. A bordo viajaban 45 personas, incluyendo al equipo de rugby "Old Christians Club" de Uruguay, familiares y amigos que se dirigían a disputar un partido amistoso.
La aeronave, un Fairchild FH-227D, era piloteada por el coronel Julio César Ferradas, un experimentado aviador con más de 5.000 horas de vuelo. Las condiciones meteorológicas eran adversas, con nubes densas que cubrían la cordillera de los Andes.
Debido al mal tiempo, el vuelo tuvo que hacer una escala técnica en Mendoza, Argentina, donde permanecieron durante la noche. Al día siguiente, 13 de octubre, reiniciaron el vuelo hacia Santiago, sin saber que se dirigían hacia uno de los accidentes aéreos más documentados de la historia.